La justa entonación
El sistema de afinación natural,
apto para el siglo XXI
José García Illa

Implementación de la justa entonación en obras musicales / Introducción

Implementación de la justa entonación en obras musicales. Introducción

En este apartado incluiré archivos sonoros de obras musicales reales realizados en justa entonación y en sistema temperado (y, para algunas obras medievales o renacentistas, en sistema pitagórico), así como, para cada obra, la partitura preparada con la notación adoptada, requerida para la implementación en justa entonación, y un análisis armónico de cada obra, necesario para dicha implementación.

Los archivos sonoros están elaborados mediante el lenguaje de programación CSound y editados mediante el programa Audacity, y las partituras, por medio de MuseScore, todos de libre distribución.

En cuanto a las obras seleccionadas, aunque abundarán las de textura homofónica y movimiento lento, en las cuales se destacan más las características de la justa entonación, intentaré que estén representadas todas las épocas y estilos —siempre respetando las que aún preservan los derechos de autor—, así como todos los modos renacentistas y su uso moderno.

Por supuesto, la mayor parte de las elegidas serán obras corales a cappella, pero no se excluirán algunas escritas originariamente con acompañamiento del cual podría prescindirse, e incluso algún fragmento puramente instrumental.

Respecto a las versiones plasmadas en las partituras, éstas no pretenden ser ediciones críticas —no era éste el objetivo—, y por ello he incluido las alteraciones procedentes de la musica ficta que he considerado convenientes, teniendo en cuenta las mejores interpretaciones disponibles, sin preocuparme de si estaban o no presentes en el original. Igualmente, aunque he intentado respetar la tonalidad original de cada obra, en algunos casos he optado por la versión más conocida o disponible. En muchos casos he suprimido signos de dinámica o ligaduras de expresión, sobre todo cuando interfieren con la notación de la justa entonación.

En estas simulaciones electrónicas en justa entonación, he intentado maximizar las consonancias verticales puras, con la excepción quizá ciertos pasajes con notas de paso de ejecución rápida u otras ajenas a la armonía que no formen acordes definidos, evitando siempre la deriva tonal. Ello nos obliga al desdoblamiento estricto del II grado y de otras notas o incluso acordes, y los ajustes de coma sintónica, incluso como intervalo melódico en una sola voz cuando era necesario, u otros intervalos irregulares o poco frecuentes, procurando la máxima naturalidad posible.

Naturalmente, en una interpretación humana podrían permitirse algunas licencias en aras a la facilidad de la ejecución, sin que por ello se desvirtúe el sentido de la justa (o quasi justa) entonación. Como hemos señalado en otras ocasiones, no puede esperarse que un grupo coral a cappella, sobre todo amateur, realice de manera exacta todos los detalles entonativos y desdoblamientos de notas que indicamos en los análisis teóricos con las ratios precisas, que tienen cabida en una implementación informática. La implementación informática debe considerarse como un modelo matemático al que se aproximará una interpretación real que tienda, de manera consciente o inconsciente, a la realización de las consonancias armónicas puras y a la estabilidad tonal.

En algunos archivos de análisis he incluido un apartado de observaciones o sugerencias para una interpretación vocal humana real. Sobre todo en los pasajes delicados con intervalos melódicos difíciles, los cantores deben conocer cuáles son las voces que en cada momento mantienen la continuidad diatónica y deben servir de referencia tonal estable, para poder ajustarse armónicamente a ellas. La memoria tonal respecto a los grados de la escala, y sobre todo respecto a los grados fundamentales (tónica y dominante, o, en las obras modales finalis y repercussio) es, en la mayor parte de las ocasiones, suficiente para que las diversas voces realicen de manera casi automática los ajustes necesarios. Visto de esta manera, los intervalos melódicos "difíciles" mencionados anteriormente deben verse como puras construcciones teóricas o modelos esquemáticos a los que se aproximan, de manera natural, los ajustes casi automáticos entre las voces que ejecutan los acordes o intervalos armónicos afinados.

Sobre la posibilidad de una realización humana de la justa entonación, podéis ver también el apartado "La práctica...", y, en particular, la página sobre "Consideraciones prácticas...".

En mi obra La justa entonación: teoría y práctica, actualmente en preparación, se expone la teoría implícita en estas implementaciones, así como las reglas precisas para adjudicar una altura exacta a cada nota.

En las implementaciones en justa entonación no puede apreciarse debidamente el fenómeno físico de la resonancia entre armónicos coincidentes, que se observaría en una interpretación real. En cambio, se observa la pureza de la afinación justa de los intervalos consonantes, libres de los desagradables batimientos del sistema temperado.

Debe tenerse en cuenta que están realizadas mediante notas artificiales sintetizadas con unos pocos armónicos de forma sencilla, a un volumen constante, y no pueden ofrecer la riqueza de matices ni el timbre de los instrumentos o las voces humanas; no se tomen, pues, como realizaciones con pretensiones artísticas, sino como referencia demostrativa de la posibilidad de la justa entonación y para la comparación entre ambos sistemas entonativos.

A efectos de dicha comparación, he incluido las versiones en el sistema temperado (y, en ocasiones, en el sistema pitagórico), donde pueden apreciarse los mencionados batimientos, que ni siquiera la presentación en estéreo, aun mitigándolos un poco, puede ocultar. Estos batimientos, o pulsaciones, provocados por la desafinación de los intervalos, que es característica del sistema temperado (y de las terceras y sextas pitagóricas), son más perceptibles en obras de textura homofónica con ritmo lento o en acordes de larga duración (por ejemplo, en muchas cadencias), pero se encuentran siempre presentes en todos los intervalos armónicos temperados.

Una buena idea para la comparación de ambos sistemas es abrir la página de cada obra en dos navegadores distintos y accionar en cada uno el archivo sonoro de uno de los sistemas, e ir oyendo y comparando —mejor con auriculares a volumen moderado— cada fragmento alternativamente. Las diferencias son más apreciables en los acordes largos, por la presencia de batimientos en el sistema temperado y la ausencia de estos en la versión en justa entonación.

He mantenido la misma disposición y intensidad de armónicos en la versión justa que en la temperada (o en la pitagórica), intensidad que ha sido elegida para hacer apreciables las diferencias entre ambos sistemas sin distorsionar excesivamente las notas. No obstante, con una selección más sofisticada de los armónicos y un espectro más equilibrado se conseguiría sin duda una reproducción aún más limpia en justa entonación, es decir, sin que fuesen tan perceptibles ciertos armónicos individuales, incluso ajenos a la armonía en algunos casos.

Se recomienda escuchar los archivos sonoros con auriculares, a no ser que se disponga de un buen equipo de altavoces, puesto que con muchos altavoces de ordenador no se perciben bien los sonidos graves. Igualmente, los batimientos de los intervalos no justos de las versiones temperadas se escuchan también mejor con auriculares, y se aprecia mejor el efecto estéreo introducido en ambas versiones. También se recomienda no subir demasiado el volumen, a fin de evitar que el sonido se distorsione.

NOTA IMPORTANTE. Es posible que muchas personas, incluidos músicos profesionales habituados a lo largo de su carrera al sistema temperado, e incluso a la "entonación expresiva" (basada en el sistema pitagórico), encuentren al principio ciertos sonidos e intervalos de la justa entonación como blandos, faltos de tensión y quizá sosos o carentes de energía; probablemente, esta sensación desaparecerá al acostumbrarse a ellos. Otros, sin embargo, quizá queden deslumbrados ante la pureza de los intervalos armónicos y de los acordes, y piensen que constituyen el súmmum de la belleza auditiva. Muchos preferirán uno u otro sistema según qué obras, épocas y estilos. Mi propósito en este trabajo no es el de convencer a nadie sobre opciones estéticas, sino demostrar que la justa entonación es una posibilidad real, teóricamente coherente y realizable en la práctica, disponible para su uso, en caso de ser la opción entonativa elegida, en la música tonal de cualquier estilo y época, y que, al menos a nivel acústico, funciona mucho mejor que otros sistemas de entonación.

Obras implementadas:

Obras en proyecto: (próximamente)

SIGUIENTE:
Josquin des Prés:
Ave Maria... virgo serena

(Ver La justa entonación. Presentación)

IMPLEMENTACIÓN DE LA JUSTA ENTONACIÓN EN OBRAS MUSICALES

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